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- «Mi corazón late tan rápido que siento que va a salirse del pecho…»
- «No sirvo para nada…»
- «Todo me sale mal…»
- «No puedo dejar de preocuparme por todo…»
- «Otra vez las dichosas náuseas y estas ganas de vomitar…»
La ansiedad es un proceso natural, que activa fisiológicamente nuestro organismo poniéndonos en alerta ante posibles amenazas.
Por tanto, la ansiedad tiene una utilidad práctica: nos mueve a la acción. Es la respuesta de mi cuerpo ante lo que imagino que puede pasar. Por eso, a veces, no necesito que el peligro esté presente, sólo que esté en mi cabeza.
Ahora bien, si esta respuesta ansiosa se repite de forma frecuente o se mantiene en el tiempo generalizándose en la vida de la persona, puede convertirse en incapacitante o en una fuente de sufrimiento y malestar.
La alteración de la salud mental aparece cuando nuestro organismo se activa para defenderse ante estímulos que no son un peligro real. Es en esos casos será cuando necesitaremos ayuda psicológica.
Se han identificado diferentes rasgos o señales que puede presentar la persona cuando se ve expuesta a esa amenaza irracional:
A nivel fisiológico, pueden aparecer sudores, sensación de mareo, temblor, náuseas, taquicardia, hormigueo en las extremidades, tensión muscular, dificultad para respirar, diarrea o dolores de cabeza.
A nivel mental o psicológico la persona experimenta la sensación de perder el control, pueden incluso aparecer ideas obsesivas respecto a esa amenaza, y también puede haber déficit de memoria, atención, indecisión e inseguridad.
Respecto a la conducta, la persona puede sentirse paralizada ante situaciones de amenaza y estar en estado de constante vigilancia para sortear cualquier situación de riesgo.
9 recursos para prevenir y controlar la ansiedad
- regalarse las horas de sueño necesarias.
- cuidar la alimentación.
- practicar ejercicio físico de manera regular.
- entrar en contacto con la naturaleza en cualquiera de sus formas.
- tener momentos de desconexión para un@ mism@.
- practicar Mindfulness, yoga o cualquier técnica de relajación y respiración.
- realizar actividades que fomenten nuestra creatividad y bienestar personal: pintar, escribir, escuchar música, cocinar, bailar, leer…
- organizarse, priorizar y aprender a delegar.
- rodearse de los seres queridos y buscar su apoyo, si físicamente no es posible, aprovechar las nuevas tecnologías y las aplicaciones que tanto nos están ayudando a no perder el vínculo y conectar con ellos de manera online.
Reconocer y abordar la ansiedad es un paso valiente hacia el bienestar mental y emocional. Al buscar ayuda profesional, como la terapia psicológica, no solo se adquieren herramientas efectivas para manejar la ansiedad, sino que también se abre la puerta a un camino de autodescubrimiento y crecimiento personal.
Cuando la ansiedad interfiere de manera muy intensa y nos incapacita en nuestro día a día, no dudes nunca en pedir ayuda profesional para que un experto/a te acompañe de manera personalizada y mantener la ansiedad definitivamente a raya.
Cuando la ansiedad interfiere de manera muy intensa y nos incapacita en nuestro día a día, no dudes nunca en pedir ayuda profesional para que PROFESIONALES DE ACTIVOS Y FELICES a te acompañe de manera personalizada y mantener la ansiedad definitivamente a raya
No estas solo, si necesitas ayuda puedes contactar con nosotros a través del email asociacion@activosyfelices.org
